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sábado, 13 de octubre de 2012

El Verso Inacabado


Solo un cúmulo de palabras disgregadas sobre el papel, descoloridas, separadas unas de otras en la distancia y la indiferencia, y abandonadas en la soledad inconmensurable de una frase a medio acabar, sobre un desierto frío, inmenso y blanco... 
Un verso inacabado. Palabras que mueren en silencio, o en la añoranza de un misterio aún sin revelar.
Es el eco impreciso de un intento; un aullido lejano e inaudible, perdido para siempre en el desamparo infinito de lo desoído.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cicatrices


¿Quién soltó la palabra maldita?, infectando el aire de esta tormenta asesina, y mutilando así, el largo sueño de los débiles. ¿Cuál es el atajo siniestro que descubrieron los malditos para llegar, de una sola mordida, a rasgar el corazón? ¿Cómo puede un puñado de palabras, arrojadas al azar tanto tiempo atrás, habitar en el silencio, agazapadas en la grieta hasta el día de hoy, y retornar en verso, convertidas ya en este temido sangrado sublime? ¿Cómo se salvará esta herida, si nunca ensayé la lucha? Desandar los pasos lleva hacia adelante, y retomar el camino es una provocación temeraria de alterar un giro, y desafiar lo escrito. 
El verso calla, y el poema queda en blanco... pero sus huellas se vuelven cicatrices, cada vez más profundas.  

jueves, 16 de agosto de 2012

"Yakamoz"

Voy a dejar que suceda...
Un rastro de palabras tras de mi...
caen sin intención ni estorbo
hacia el verso espontáneo y casual..

El destino, o el azar,
(la sentencia es de J. Luis)
que es decir lo mismo...

¿llenará de noche todos los rincones?
   ¿qué tormentas se desatarán  luego?
      ¿sobrevivirá al fin este corazón inquieto?

Morirá el día (inapelable) al atardecer,
y la noche caerá implacable,
en un intento de poseer
algún espíritu derrotado.

Sobre el hombro izquierdo
sentirás su presencia fatal
y un terror genuino y total,
susurrará su victoria antes de tiempo.

Al borde de un puente viejo
de más / mil muertes abrazadas,
un descuido lunar
regalará un reflejo salvador,

la sublime belleza que guarda su voz
en cada gota de río,

la imagen final que configura el sentido
y destroza la angustia.

Sin llanto, el salto queda obsoleto,
y el nuevo sendero que se ofrece
resulta encantador,
  e irresistible.

Cada piedra vuelve a su camino,
habitan desde siempre
entre el silencio y las caricias.
Las grietas permanecen abiertas
y proyectan sobre la tierra trémula
una vieja luz sin sombra.

Vuelan en la noche tibias mariposas,
retoños de una magia futura
aún por descubrir.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La Nada absoluta y divina...


El ejercicio tal vez sea esto...

deambular a través del silencio,
arrimarse a lo intangible y
penetrar sin piedad
el instante sagrado.

Detenerse entonces y
permanecer hundido en la ofrenda,
sensible hasta los huesos
a lo que brote de los sentidos.

La nada absoluta    y divina...
y un estallido en los ojos
y un llanto secreto
y un fuego que arde en las entrañas

En un instante que no admite piedad,
caen destrozadas las verdades siniestras,
y surge sublime la visión privilegiada,
el vacío insuperable de los caminos que se abren.

Se manifiesta virgen la belleza
y ofrece un regazo oculto al final de la cueva,
recostado en él vemos pasar la Idea,
como un reflejo preciso de lo que ansiamos atrapar.

Cae la mano y la sentencia,
sometidas las palabras después del juego
el instinto teje un designio fatal
exuberante por fin
en los contornos de un verso

que no hace falta escribir.

jueves, 16 de junio de 2011

Un Camino

La pluma corre mas rápido que mis pensamientos, y mis sueños llegan detrás. Mis pasos, al igual que mis elecciones, no siguen lógica alguna, y zizagean sin preocuparse en el trayecto, ni la orientación. Lo mismo bajo hacia un valle siguiendo la pista del rocío de la mañana, como me sumerjo en mares sin nombre solo por apreciar como muta mi cuerpo sin tiempo ,para seguir respirando. Al salir del agua en la siguiente orilla, puede que la noche haya caído ya, y cinco estrellas azules intenten contarme algo. Un viento oscuro traduce la historia, y la susurra al odio. Pero yo prefiero continuar improvisando el trayecto, y me hundo en la espesura de la selva, deslizándome sobre una enorme hoja de parra, a 15 centímetros del suelo.
Mi movimiento es penetrante, y la mirada también. El bosque se abre en dos planos verticales, dejando en el centro, un pasillo místico y recto. Sin miedo ni lenguaje, avanzó decidido.
Una voz interior habla, entona un idioma destruido hace mucho tiempo. Incapaz de reproducirlo, si comprendo el sentido, y converso con la fauna. La tierra me reconoce, y me nombra hermano, aplauden las ramas mas altas de los árboles, y animales de otra mitología me ofrendan su fruto.
Se completa de esta manera el ritual, y la magia sagrada de la primera canción comienza a entonar los acordes prohibidos, la melodía única. La tierra entera danza, y su giro varía imperceptiblemente, sin marear los cuerpos, ni rebasar los vasos. El aire se llena de música y mística que no asfixia; la vida misma se respira con facilidad y alegría. Las coordenadas se esfuman ahora, y sería incapaz de reproducir el atajo. La sensación de que todo camino conduce a este rincón es contundente, y genera esta entrega total, este desvanecimiento. Algo de lo de adentro desborda los límites del cuerpo y de la conciencia. El sentimiento de pertenencia es universal y lo cubre todo, lo es todo... es el todo. Me embriaga el mensaje y caigo sin caída, sin miedo ni valentía, sin cobardía ni valor. Un bálsamo de frescura infinita baña mi rostro, como una tierna caricia de madre, y despierto pausadamente. Aquel mundo revelado, ya no puedo dejar atrás, ni disimularlo. Aquello que desbordó ahora dicta el camino,  la palabra sublime, el verso justo, el eco ardiente.
La pluma retorna con calma, y el sueño se vuelve verdad. El verso traza el camino, y aporta luz a la caverna. Tanto adentro como afuera, el día se vuelve día, y noche se vuelve la noche.