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jueves, 31 de enero de 2013

Solo un grano de arena


"When the beginnings of self-destruction enter the heart 
it seems no bigger than a grain of sand..."



"Cuando la autodestrucción entra en el corazón, al princpio parece un grano de arena. Es como una jaqueca, una indigestión leve, un dedo infectado; pero pierdes el tren de la 8:20 y llegas tarde para solicitar un aumento. El viejo amigo con quien vas a comer de repente agota tu paciencia y para mostrarte amable te tomas tres copas, pero el día ya ha perdido forma, sentido y significado. Para recuperar cierto propósito y belleza bebes demasiado en las fiestas y te propasas con la mujer de otro y acabas por hacer algo tonto y obsceno y a la mañana siguiente desearías estar muerto. Pero cuando tratas de repasar el camino que te ha conducido a este abismo, sólo encuentras en grano de arena..."

John Cheever, "Diarios"

miércoles, 3 de octubre de 2012

Sus ojos se cerraron...


"Sus ojos se cerraron 

y el mundo sigue andando...”

C. Gardel


Alguien muere, o desaparece. Un ser querido, o mucho más. Esa noche el insomnio se vuelve insoportable, y al otro día, al despertar, algún indicio macabro nos demuestra que el mundo aún sigue ahí, sin derramar una lágrima. Dolidos y humillados hubiéramos querido que los trenes cancelen sus salidas, que los periódicos anuncien sólo noticias de ayer, y que las modelos en los afiches se vistieran de luto. Pero esa tristeza tan honda y tan nuestra, únicamente habita de las paredes hacia adentro, y la soledad y la indiferencia infectan el aire que respiramos, a la hora del desayuno. Entre el sonido monótono de la ducha y el aroma del café, comprendemos con estupor que algo falta, o se ha ido para siempre. El primer día que sigue al dolor es, sin duda, la jugada más arriesgada; los caminos a diario caminados se vuelven extraños, y se extravía el sentido de cada simple actividad mucho antes de comenzarla. El ser amado ha partido, y la piedra atada al cuello duplica su peso al borde del abismo. Si hasta los puentes, con sus llantos derramados y sus poemas encadenados, temen con razón una movida fatal. Bajan esa noche las estrellas preocupas, y el rostro atribulado de la luna acecha agazapado en lo más profundo de la noche. En la orilla, junto al mar, queda el eco de un beso lejano, el aroma siniestro de una despedida trunca, y un verso tímido, que no supimos escribir a tiempo.

domingo, 1 de julio de 2012

Un trazo inconcluso


La imagen es la de una figura simple, torpe e inconclusa, pero acabada. El símbolo de una pasión, tal vez, cercenada con furia varias ausencias atrás; pero que arde ahora con el peligro declarado de una hoguera pérfida, eterna e infinita.

El trazo surge, en su origen, esperanzado y hacia arriba. Hacia la inmensidad de un horizonte cargado de cielos lejanos, inalcanzables pero posibles. Como un destello de voluntad ineludible, o la curva tempestuosa de una proclama urgente de amor desesperado.

Pero rápidamente, su vuelo de fe se ve interrumpido por algún obstáculo ladino que lo obliga a sucumbir, durante algunos sutiles instantes, hacia un abismo diáfano y nuevo; la "contra-cara" de todo aquello condenado a fracasar, ya por cobardía o por conveniencia... lo que suele ser lo mismo.

Y es aquí donde comienza el trazo su caída fatal. Suavizada y armónica al principio, guiada tan solo por el arrebatado empeño de una intención primitiva y lejana; esa angustiante, imperiosa y constante necesidad de “ella”.

Después de una noche agitada, el día parece amanecer claro y esperanzador. Pero sobre la montaña eterna el viento de la calamidad sopla fuerte esa mañana, y aviva el fuego sutil que domina el presagio; desestabiliza cualquier urgencia primera y destroza aquel trazo maldito, nacido con el pasado firme de toda incertidumbre bastarda y duradera<, trazo que se vuelve ahora tímido y entrecortado como un tartamudeo fatal y último; o como el eco lejano de una angustia que ya ha comenzado a superar su antiguo estado de presagio mortal y tierno.

Y es entonces, justo antes de chocar contra los bajos fondos de ese abismo personal, cuando la voluntad va menguando su fuerza inicial y la intención de una voz salvadora se va extinguiendo débilmente hasta desaparecer por completo en el limbo de una soledad (ahora) demasiado comprometida; a los pies de aquellas pobres almas desconocidas que (tal vez) nunca lleguen a compartir - ni vislumbrar siquiera-  la tenue, sutil, pero determinante intención de una frase insinuada sutilmente justo ahí, en los anales de dos miradas que se rozan al pasar, se muerden... y se pierden para siempre.



domingo, 7 de agosto de 2011

A punto de Caer

No te has dado cuenta aún pero...
en breve el día morirá,
y serás arrebatado de las calles
por un dolor crepuscular
que te morderá en la nuca,
y te llenará los ojos
de sombras y de sangre,
de lágrimas mutiladas
que se volcarán hacia adentro,
y sentirás su ardor
recorrerte las venas,
a punto de reventar...
y sucumbirán tus sueños a ese dolor,
y caerás de rodillas
en medio de la noche,
y pedirás perdón a las estrellas,
y clemencia a los sapos,
y rogarás por despertar,
y entregarás tu espada,
sabiéndote vencido,
una vez mas...
y cuando te sientas a punto
de abandonar este abismo,
de repente, sentirás el calor
de su mano en tu mano,
y toda la ternura de su voz,
rompiendo el conjuro junto a ti,
te reconocerás en sus ojos,
y despertarás de ese mal sueño,
a salvo...

Al borde de la acera,
justo antes de cruzar.

martes, 5 de julio de 2011

La Mandrágora... (un secreto)

“Quien sos, que no puedo salvarme
muñeca maldita, castigo de Dios...”

“Secreto” (tango), E.Santos Discepolo


Era necesario volver a soñar-te
aún-una-noche-mas?
Pregunto, y solo un cúmulo
de sobras y sombras,
se acumulan bajo la almohada.

Tenue y dubitativa,
la luz de la madrugada
retiene en el cristal
la llegada del nuevo día.

Algún designio fatal
se desentiende de la jugada...
suspende el devenir un instante,
pausa y ofrenda
imposible de ignorar.

Obligado a resolver la trama
la frontera entre sueño y vigilia
se torna necesaria,
y despierto atrapado
entre límites difusos.

Días como hoy,
(lo supe antes)
bajo la cruz de tu sombra...
surgirá la flor maldita,
y un perfume, embrujo
de tu abismo.