“Quien sos, que no puedo salvarme
muñeca maldita, castigo de Dios...”
“Secreto” (tango), E.Santos Discepolo
Era necesario volver a soñar-te
aún-una-noche-mas?
Pregunto, y solo un cúmulo
de sobras y sombras,
se acumulan bajo la almohada.
Tenue y dubitativa,
la luz de la madrugada
retiene en el cristal
la llegada del nuevo día.
Algún designio fatal
se desentiende de la jugada...
suspende el devenir un instante,
pausa y ofrenda
imposible de ignorar.
Obligado a resolver la trama
la frontera entre sueño y vigilia
se torna necesaria,
y despierto atrapado
entre límites difusos.
Días como hoy,
(lo supe antes)
bajo la cruz de tu sombra...
surgirá la flor maldita,
y un perfume, embrujo
de tu abismo.
muñeca maldita, castigo de Dios...”
“Secreto” (tango), E.Santos Discepolo
Era necesario volver a soñar-te
aún-una-noche-mas?
Pregunto, y solo un cúmulo
de sobras y sombras,
se acumulan bajo la almohada.
Tenue y dubitativa,
la luz de la madrugada
retiene en el cristal
la llegada del nuevo día.
Algún designio fatal
se desentiende de la jugada...
suspende el devenir un instante,
pausa y ofrenda
imposible de ignorar.
Obligado a resolver la trama
la frontera entre sueño y vigilia
se torna necesaria,
y despierto atrapado
entre límites difusos.
Días como hoy,
(lo supe antes)
bajo la cruz de tu sombra...
surgirá la flor maldita,
y un perfume, embrujo
de tu abismo.