"Te nocturno entre tus
ausencias... y te encuentro tan presente, como si aún no te hubieras
ido, y la brisa de esta tarde fuera el aire de tu mirada, y tus ojos,
y tus palabras, que dibujan cada estrella, y el contorno de esta
distancia, y tu silencio, cuando te nocturno entre tus ausencias...
una ausencia de tu
cuerpo, y de tu sombra que es tan recuerdo, tan silencio entre mis
sábanas, que me ahoga por las noches, cuando la ausencia se me pega,
como un sueño que me hostiga en la mañana, y durante el día, y
vuelve inútil cada grito, y no hay huida en las noches largas,
cuando intento aferrarme a algo que se desvanece en el silencio, y me
pierdo en lo indecible, mientras te nocturno entre tus ausencias...
y hay ausencias tan
canallas, que trascienden lo que sangran, y sangrar ya es demasiado,
cuando la herida es la de uno mismo, y se coagulan los recuerdos, y
se secan las venas muertas, y cada llanto es una herida abierta, que
se llora hacia adentro, y adentro es tan oscuro, y cada noche es tan
silencio, y te busco entre los sueños, y te nombro entre los
dientes, y te maldigo - no te ofendas – si te nocturno entre tus
ausencias...
y maldigo este nocturno
largo, tan cargado de esta ausencia tuya, y de insomnios tristes, con
ojos que muerden en la noche, tan profunda, tan dormida, sangre
cansada que revienta las heridas, y te sangro entre las sombras
nuevas, en el silencio, y en los rincones, donde aguardan agazapados
los aullidos que te nombran, cuando el sueño nunca llega, y la noche
es tan pesadilla, si te nocturno entre tus ausencias. "
A.G.Leão, "EL Sueño de Lagarde"
A.G.Leão, "EL Sueño de Lagarde"