“ (…) Sobre el féretro cayeron las
primeras paladas de tierra. Una mujer aislada, de unos treinta años,
arrojó una rosa blanca; la verdad es que las mujeres están muy
bien, se dijo, piensan en cosas que no se le ocurrirían a ningún
hombre.”
El Mapa y el Territorio, M.
Houellebecq