miércoles, 23 de enero de 2013

Como un conejillo entre tus piernas...


...o de las similitudes entre Raimundo Amador y Mario Levrero.



Ay! Qué Gustito Pa' Mis Orejas
Enterradito entre tus piernas...
R. Amador 


"Laura gateaba en el pasto. La cosquilla de los yuyos la excitaba, y entonces aparecía un conejo.Ella lo atrapaba entre sus piernas. Era lindo de ver la cabecita blanca asomando y hociqueando sobre esas nalgas también blancas. Ella decía preferir los conejos a los hombres; que los conejos eran de pelo más suave y cuerpo más cálido. Y si ella apretaba un poco demasiado con sus muslos, al conejo se le nublaban los ojos y moría dulcemente, graciosamente, o aun con indiferencia."  

 Mario Levrero, "Caza de conejos"

lunes, 21 de enero de 2013

Cuando todo se pulveriza...

"... cuando todo se pulveriza ...
¿qué mejor que escribir un poema,
hacer una canción, o bailar en un escenario iluminado...?"


"Bandoleiros", João Gilberto Noll

domingo, 20 de enero de 2013

El Miedo

“Love casts out fear; 
but conversely fear casts out love. 
And not only love. 
Fear also casts out intelligence, casts out goodness, 
casts out all thought of beauty and truth. (...) 
For in the end fear casts out even a man’s humanity."
A. Huxley 



"El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta el amor. Y no solo el amor. El miedo expulsa también la inteligencia, expulsa la bondad, expulsa todo pensamiento de belleza y verdad, Y lo que queda es la vaga o estudiadamente jocosa desesperación de quien es consciente de la obscena Presencia  en la esquina de la habitación y sabe que la puerta está cerrada, y que no hay ventanas. (...) 
Y en un instante, su terror silencioso se transforma en un frenesí tan violento como "fútil". Y ya no hay un hombre entre sus semejantes, ya no es un ser racional que habla articuladamente con otros seres racionales; sólo hay un animal lacerado, gritando y luchando en la trampa. Porque en el final, el miedo llega a expulsar del hombre a la humanidad misma."

viernes, 18 de enero de 2013

La No-Acción también es...


Actuar...
sin esa búsqueda frenética
de un resultado determinado.
Avanzar
entre la decisión y la intuición...
Dejarse llevar por
ese impulso primitivo de la naturaleza
que sopla incontestable en todas las direcciones.
Deambular los caminos con pasos errantes,
la marcha lenta y los gestos amables,
expectante, pero sin prisa,
de lo que pueda suceder a nuestro alrededor.
Contemplar sin ningún tipo de prejuicios
el espectáculo simple que se nos ofrece.
Gozar de la plenitud del alma
al conectar con la tierra que pisamos.
Comprender y aceptar... pertenecer.
Arrojarnos impávidos en sus brazos...
y continuar.

"Es un mundo vasto
     y sobrecogedor"...

             El que es,
        el que fue y
     el que será.

"Relájate, hombre",
   dice el sabio,
    "no hay nada nuevo bajo el Sol".

jueves, 10 de enero de 2013

El silencio de los cuerpos agotados.


"(...) Escucho el silencio, busco en las sombras y abro la noche... llega la escritura animal, la escritura mecánica, la orgía intempestiva de palabras sin sentido y sin ritmo, palabras saliendo de esta boca ansiosa y reseca, una boca huérfana de silencios mal heridos, y de aullidos encerrados en el claustro de una mirada demasiado beso, o de una noche demasiado fuego, el fuego de un ardor que arde bien adentro, profundo y llanto, y que arrastra el pulso constante de lo encerrado, de lo inútilmente reprimido, porque en esta vida, y en esta herida, no hay volcán que se calle para siempre, ni caricias que no muerdan lo que rozan, ni cuerpos que contengan el deseo, cuando surge la piel que derriba los silencios, y los labios - los tuyos - susurran lo indecible, y lo indecible es penetrar en tu silencio, y en tu cuerpo, hasta sentir que tiemblas de deseo, y te quiebras, y sabes que ya es muy tarde, y es inútil todo intento de escapar, porque es un instinto del que siempre fuimos presa, y es una marca, como esa herida, que es un anhelo tan fugaz y tan ardiente, una explosión que revienta nuestros cuerpos, y ese ardor que ahora es tan dulce, que ya nada lo contiene, y estalla entonces en mil caricias, y son manos, y son labios, los que se meten bien adentro, donde lo húmedo es el único alimento, y la mordida, y el temblor que sacude nuestros cuerpos, cuerpos que miran hacia otro lado, y se desentienden tibiamente de la jugada, y nos dejan luego así, esclavos de los espasmos, y de las risas, y de los silencios que en silencio sólo observan, el silencio de los cuerpos agotados. "

A.G.Leão, "EL Sueño de Lagarde"

miércoles, 9 de enero de 2013

Now

"If it were now to die,
'Twere now to be most happy"




"¡Si me sucediera ahora morir, sería este momento el más dichoso! porque mi alma posee una felicidad tan absoluta, que temo que otra parecida no le está reservada en el ignorado porvenir..:" 

Shakespeare, "Othello"
(II.i. 189-91, v.i.:175, v.e.:1477)

lunes, 7 de enero de 2013

Mariposas



Eres tibia,
porque callas lo que sientes
   y te alejas...
con las (vaga) esperanza
de que ese ardiente
sentimiento que te estremece
   y te hace dudar,
al fin desaparezca.

Ves venir mariposas
   y huyes...

Mañana
  estarás (?)
    a salvo.

sábado, 5 de enero de 2013

Los Demonios, o una Visión Oscura

"Cada noche, y a través de la noche misma, una parte de mí, agazapada durante el día o en el discurrir del bochorno y las horas muertas, se adentra temblorosa en el silencio previo a la conjura, en el túnel siniestro de un tiempo lento, detenido como una broma. Se alzan fatales los muros al costado del camino y sucumbe el suelo bajo los pies descalzos; agonizante el cuerpo y vencido, en el reflejo lejano de una fosa que encierra entre las sombras el eco lastimoso de mil aullidos abandonados. Grietas en el panal anuncian la caída, y brota el llanto de sangre de aquellos que observaron el horror sin pestañear. Condenados a mirar de frente, lloran espinas de fuego sobre el fango helado que muerde ya sus rodillas, y entumecidas sus manos, se quiebran al rezar por el tiro final que acabe con la tortura espeluznante. Se confabula en el silencio un sueño muerto, un intento desesperado por escapar al designio fatal, el repugnante asco de ser el manjar final de las bestias, carne podrida, reventada y agusanada, vil alimento ponzoñoso de vomitivas alimañas. Digeridas de esta manera atroz las penurias de un día mediocre y gris, vuelve la sangre vital a la tierra de donde brotó el primer día, la historia vuelve a comenzar en sus anales de miseria, con la promesa cínica de un camino suave y tibio que nunca llegará."

viernes, 4 de enero de 2013

Carta de despedida




(algo) Me has contagiado; por mis venas corre noche esta densa sangre negra; negra tan, como la tinta de la pluma con la que ayer (me) escribiste... última por vez, última carta tuya. 
El puente que (tanto tiempo) nos mantuvo unidos, aguantando innumerables tormentas, esas incontables embestidas de aquellos mares embravecidos, de palabras hecho solo estaba... de palabras que nunca llevarse ningún viento podrá jamás.
Nunca nadie nada supo... y yo, tampoco. Nunca nadie quiso, y tú, menos. Y así quedamos los dos, atrapados, estacados, uno a cada lado del charco. Nuestras versos, esos, aún esperan ser oídos, besos, que sueltos, casi muertos suenan a canción de despedida, sangre corre, negra tinta,
punto final,
                (recuerdos de)
                                 esta última línea.

jueves, 3 de enero de 2013

Esta noche


Esta noche surge
─puedo sentirlo así─
ávida y fatal,
repleta de sombras densas    e inquietas,
cargadas de presagios.

Siluetas de bordes afilados aguardan en cada esquina,
al acecho de algún noctámbulo distraído a quien abrazar.

Las casas mantienen sus persianas bajas, silenciosas,
como los párpados caídos, fríos, de un animal muerto en el desierto.
Una voz lejana se va perdiendo temerosa en la distancia,
un murmullo de despedida, un aullido solitario,
o dos voces que se separan para siempre.

Avanza la noche sobre los tejados dormidos
atravesando los muros inertes
de nuestras peores pesadillas.

La brisa exánime de la ciudad va perdiendo su voz tímida.
Como en un ataque de afasia repentino
que la condena a enmudecer su destino,
su sino, y su fatalidad.

Un eco casi imperceptible y fugaz es
suficiente entonces para saber
que esta noche está viva,
y sedienta de voces nuevas,
la mirada altiva, cativa, nos espera,
y nos está observando.