martes, 7 de febrero de 2012

Me levanto de tu asombro


"Me levanto de tu asombro... me descuelgo, y es que me siento incómodo en tu asombro, y a veces creo que todo nos va bien, porque tu mirada es demasiado abierta, y no sabe aún hacia donde va, pero es tu ceguera, que me busca a ciegas, con tropiezos en los pies, y un miedo dulce que te acordona los zapatos, o son tus pasos, mientras te veo venir, pero el miedo llega primero, y me levanto de tu asombro...
te veo venir, y mi grito corre detrás de ti, llueven aullidos en tus ganas de seguir, pero es tarde, y  todos los caminos están nublados a estas horas de la noche, cerrados, y la tormenta en tus ojos se anuncia devastadora, mientras yo te veo venir, y te tropiezas con el miedo, y la luna se avergüenza de haberte llamado, y la calle se vuelve ciega, y ya no te veo,  y entonces yo, que me siento incómodo, y ya no creo que todo nos vaya bien,  te maldigo, y me levanto de tu asombro...
porque esperarte ya no me asombra, ni tampoco que tú vengas, en definitiva siempre fue la misma espera, aunque nos cambien las esquinas, y los bancos de las plazas se vuelvan minutos interminables, ¿cuántas noches caben en un minuto? si de un momento a otro se que no vendrás, y tu ausencia se repite en cada esquina, que será siempre la misma esquina, y fue siempre la misma espera, y tu mirada demasiado abierta, y tu ausencia demasiado aullido, y la luna, y la noche, y yo, que me canso de esperarte, y ya no habrá más sorpresas, ni más esperas, ni bancos, ni más esquinas, y me siento incómodo, porque nada nos va bien, y te maldigo, y ya no te llamo, ya no te olvido, me descuelgo, y me levanto de tu asombro."

A.G.Leão, "EL Sueño de Lagarde"

domingo, 5 de febrero de 2012

Hay que elegir...


“(...) Por lo tanto, se ha producido un cambio durante estas últimas semanas.¿Pero dónde? 
Es un cambio abstracto que no se apoya en nada.¿Soy yo quien ha cambiado? 
Si no soy yo, es este cuarto, esta ciudad, esta naturaleza;hay que elegir.”

 J.P Sartre, “La náusea”

VISIÓN EN EL SINAÍ


"(...)Escalinatas de Metro: mis sonrisas
Toboganes de espuma: mis miradas
Compases de 1000 puntas / cada paso
Martillos sin 1 clavo pero lluvias muy muy lluvias
                                                 mis bolsillos
Poesía crecía en belleza
Dormir era 1 despertar / en sus alvéolos
Manotearse el pelo: rehiletear 1 ojo
escupir caminos para los que chingan más que salvan
                                                 los zapatos..."

Mario Santiago

sábado, 4 de febrero de 2012

Triste, Solitario y Final

-Me caí, Soriano. Me lastimé y rompí el único traje decente que me quedaba. Estoy viejo y le agradezco que me lo recuerde. Usted es un joven valiente que roba una billetera con una pistola en la mano, pero antes me encierra en el baño para que no me de vergüenza. Le agradezco también. El viejo Marlowe no sirve para carterista ni para borracho.
-No se ponga dramático.
-No, pierda cuidado. Yo también me sentí joven el día en que un actor viejo y destrozado vino a decirme que se estaba muriendo. Le dije que se fuera a un asilo de ancianos. No me hizo caso. Se murió en una pensión, como un perro.


Osvaldo Soriano, "Triste, solitario y final"

viernes, 3 de febrero de 2012

Fin y Principio


Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo. (...)

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra. (...)

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.

Wislawa Szymborska

¿Cómo hago yo para decirte mi poesía?




¿Cómo hago yo para decirte mi poesía? ¿Cómo poner en palabras lo indecible, lo vislumbrado, ese destello sublime y esquivo desde donde se manifiesta la magia de un instante?

Porque la poesía, la verdadera, no es más que un simple acto ─ que es mucho más que un verbo─ y surge explosivo en el mismo instante en que muere, en la víspera... ...y habita, como un aleteo agónico y desenfrenado, en la vaga intención que ya se fue.

Inevitable

" Algo inevitable / como enamorarse cien veces /
de la misma muchacha."

Roberto Bolaño

jueves, 2 de febrero de 2012

Leer es como...

... adentrarse en una fatalidad, hipnótica, sensual.
 Tirarse sin mirar a un río, y dejarse llevar por la corriente.
   Saber inútil la brazada. Despertar cada noche, en un naufragio diferente.

( "El Buen Libro" )

lunes, 30 de enero de 2012

LA JAULA DE LA SENTENCIA

"(...) Cuídate de los viajes,
cuídate de los viajes y de los trenes
y del tambaleo de los barcos en los mares sin ley,
porque en los viajes va la muerte hablándote al oído,
porque en los trenes va la muerte sentada
y en los barcos va la muerte de pie."


Javier Bello, "LA JAULA DE LA SENTENCIA"

domingo, 29 de enero de 2012

Las Gaviotas y el Faro


Su mirada se fue apagando lentamente, en silencio, sólo unos pocos se fueron dando cuenta... Se fue diluyendo en la nostalgia, como muere la luz de un faro abandonado, en una isla lejana que ya nadie visita. Cuentan que en un puerto olvidado vive aún un anciano - de larga barba blanca y piel curtida - que supo surcar los veinte mares, y sobrevivir a todas las bestias oceánicas, sin por eso tener que matar a ninguna de ellas. Hay quien dice que tiene más de cien años, otros, que vivió tres vidas. Dicen que en tierra firme se marea, que siempre está a punto de partir, y que es la única persona capaz de recordar las coordenadas malditas de esa isla fantasma. Aseguran que quien quiera llegar a la isla deberá primero hallar al viejo, encontrarlo en ese puerto olvidado de dársenas empedradas, tranvías abandonados, y cascos de barcos moribundos, acercarse con respeto e insolencia, invitarle una copa de vino amargo, y recordarle el nombre de su amada, antes de que aquella mirada cansada – que solía estallar de esperanza - se extinga para siempre, y las gaviotas, ajenas a la triteza, dejen de visitar su tumba.