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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Réquiem a Papá

“Como tantas veces había hecho de niño, subió al cuarto de sus padres y se dejó caer sobre la cama grande. Enseguida percibió en el aire un olor demasiado familiar. Los muebles, las paredes, y hasta el marco de la puerta parecían haberse encogido con los años, y ahora él, se sentía un extraño en la casa que lo había visto crecer. Un saco de recuerdos cayó sin piedad sobre él. Sintió cómo el pecho se le oprimía, y le estallaba en lágrima. La vuelta al hogar le sabía a perdida irremediable; intragable el silencio y la desolación. El mismo escenario que tantas veces lo había arropado en el pasado, ahora se  le volvía incómodo e  insoportable.Arriba se asfixiaba, mientras abajo, en la sala, continuaba el llanto de aquellos rostros extraños sobre el cajón."

lunes, 27 de junio de 2011

Sábato, Pessoa, ...

"De alguna manera,
nunca dejé de ser el niño solitario que se sintió abandonado,
por lo que he vivido bajo una angustia semejante a la de Pessoa...”
E.Sábato


“Serei sempre o que esperou que lhe abrissem a porta ao pé de
uma parede sem porta...”
F.Pessoa


Camino,
aún me detengo en la esquina,
esperando que alguien tome mi mano,
me ayude a cruzar.

Llueve,
suelo correr calle abajo,
antes que muera el día,
a chapotear espejos de agua.

Junto al mar,
acaban las huellas en la orilla,
queda en la arena
una pregunta sin contestar.

La noche cae...
A tientas busco un portal / místico,
la grieta en el muro
por donde fluyan los sueños.

Ante la certeza de que el viaje aún no ha acabado, me alzo y ando. El viento llega en silencio y me confiesa su lealtad, voces infinitas se alzan entre las sombras y se suman al coro, se desintegran las dudas, y la tierra abre sus brazos al hijo que vuelve. Lejos de la buhardilla que tiraniza, aquel que ha sabido encender el fuego dentro del fuego, canta el verso que contiene al verbo, y provoca bailes heróicos entre las constelaciones.


Pasea el niño
al atardecer,
Recita sobre el muro
el verso definitivo
que abre todas
las puertas.

miércoles, 22 de junio de 2011

Circular

Se puede jugar,
o experimentar con la gramática de un verso,
pero el sentido, la semántica,
trasciende las coordenadas,
destroza la materia y
sobrevuela incansable sobre el tiempo.
Llega sin aviso,
como una bofetada en un velorio,
en el cuarto de al lado...
Un ruido seco,
y el llanto ahogado de un niño
que se calla
para siempre.