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miércoles, 10 de octubre de 2012

Cuando te beso


Tienes razón sobre lo que pasó en aquella primera cita... mientras tus pecas me sonreían, tu boca, o la promesa de esos labios demasiados tiernos, me impedían mirarte a los ojos.
Las palabras brotaban de mí hacia ti construyendo una conversación torpe y vaga que el resto de mi ser ignoraba por completo. Conversábamos, distraídos, como sumergidos en el guión de una película muda.
Toda mi voluntad estaba puesta en tu boca, que intentaba, supongo, decirme algo.
Tus palabras sinceras se desvanecían en el silencio. Mientras, en tus labios, se dibujaba la promesa, tal vez, de algún beso “robado al azar”.
Tímidas y sensuales, nuestras bocas jugaron a provocarse: "el que se queda sin aliento pierde", dije.. y te mordí la boca.
Y el azar, o el destino (que es decir lo mismo), anunció con trompetas el final del juego; y el comienzo de algo más.
Tiempo ha pasado desde aquella primera noche; tiempo, besos, juegos y mucho más.
Vuelven hoy los silencios delicados y la complicidad de esa noche nuestra; vuelve el secreto, y las promesas nuevas, ese intenso sabor a fruta madura que se desprende de tus labios, vuelve esta tierna e insuperable sensación interior...el enigma de nuestra intimidad tan íntima.
Esto es lo que pasa cuando te sueño..y me olvido, y me pierdo entre tus pecas,
y si te muerdo, y despierto en el universo sublime de tus besos...tú vuelves,
con tu misterio, sin mi olvido, y cada vez que te beso,
no hay dudas,
tú vuelves mejor.

viernes, 17 de agosto de 2012

Un acogedor y dilatado silencio

"(...) Me besó como para hacerme llagas. Me besó infinitamente.
Tomaba, con aquellos besos, mis fuerzas.
Era de una sensualidad dominadora y, sin embargo capaz de cavar
y dejarme vacío hasta hacer que ya no la deseara.
Sólo mis labios tomaba y a través del beso, como en una absorción,
parecía llevarme allá, adonde no sé, ni nada hay, nada es. Todo se negaba.
Mis fuerzas se agotaban antes de donde es posible la voluntad.
Terminaban... Terminaban... Sin sobresaltos, ya sin sobresaltos,
quedamente, terminaban.
Y todo era... un acogedor y dilatado silencio."

A. Di Bendetto, "Zama"

miércoles, 8 de febrero de 2012

Te desvío de mis labios


"Te desvío de mis labios... y te encuentro en el camino, porque morder tus besos es llegarte, y que me llegues hasta las entrañas, sin perderme, sin mirarte, sin embargo yo te miro, y te pierdo, y te desvío, para saber que llegas antes, y te espero entre los dientes, que ya no dicen lo que callan, ni muerden lo que sangran, pero sangra todo lo que tocan, y me tocan hasta adentro, y revientan mis entrañas, y me sangran por los besos, y me duele hasta los dientes, yo me asusto, no te digo nada, miro hacia otro lado, y te desvío de mis labios...
Porque duele no besarte, y me muerde tanta espera, y yo muerdo tanto llanto, y ¡tanto tiempo te lloré!, y hoy regresar es tu camino, aunque no me creo tanta suerte, y prefiero tragarme el llanto, y perderme en el desvío, y dormirme sin soñarte, pero vuelves y lo revuelves todo, y tus palabras son tan sonrisa, y tus besos tan presagio, que yo caigo de rodillas, y te sueño sin dormirme, y mi olvido ya te nombra, y mis besos ya te sueñan, y mi piel se sabe frágil, y quisiera tenerte acá.
Pero huyo entre las sombras, y me olvido, tan cobarde, y te desvío de mis labios...
Y aunque te parezca un poco tonto, y espero que no lo sepas, aún guardo entre las sombras, el resabio de aquella herida, silenciada, manoseada, tan payaso triste, y tanta risa solitaria, el pájaro que cayó del nido, y el olvido se comió al dolor, y el dolor se durmió en la herida, y la herida despertó en tus besos, y no quiere más silencio, ni más vacío, ni más pájaros, ni más nido, ni tu ausencia, ni tu herida...porque todos tenemos al menos una, ¿no? Sin heridas no hubo amor, ni sin locura, y tu locura es mi debilidad. ¡y qué difícil ser tan frágil! y haber bebido de tus besos, en silencio, y de tus labios, mis fuerzas pierden pasos, y se confunden los caminos, ni la luna sabe de esto, y yo te espero, y no escucho ya mi herida, y me planto, y en el medio de la espera, porque te amo, te desvío de mis labios."

A.G.Leão, "EL Sueño de Lagarde"