Aparece el sol, como cada mañana,
fragmentado y total,
y decido deslizarme
tobogán abajo,
y aterrizar entre aquellas
flores tibias /
(sin tocarlas)
me ofrecen manos / sonrisas
caricias perfumadas
del nuevo día.
Acepto,
(triste y cordial),
y sigo mi camino.