jueves, 28 de julio de 2011

La Tormenta

"... como una poseída, se precipitó a la baranda de estribor y allí permaneció días enteros con sus noches, mirando el inmenso muro de la Cordillera y diciéndose, con perpetuo estremecimiento, que allí detrás se extendía, virgen e inmensa, la tierra de sus sueños...
El Patagonia avanzaba rapidamente, pero para la Condesa los minutos eran años...

... y, viéndola exponerse así, los marineros temían por su vida; mas nadie se atrevía a interrumpirla, porque no es tarea de los marineros interferir en la tormenta, sino surcarla..."

"Inglaterra, una fábula", L Brizuela

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